26 de Junio 2005

Séptimus y Rezia

"¿Le había recetado un poco de bromuro?¿Había dicho que no tenía importancia? Sí, era normal. (¡Los médicos de cabecera!, pensó Sir William. Empleaba la mitad de su tiempo en corregir los errores de los médicos de cabecera. Y algunos eran irreparables.)
- ¿Tuvo usted una actuación muy destacada en la guerra?
El paciente repitió la palabra guerra de manera interrogativa.
Dotaba a las palabras de significados de carácter simbólico. Un síntoma grave que había que anotar en la targeta.
- ¿La guerra? - preguntó el paciente. ¿La guerra europea..., aquella riña de escolares con pólvora de cañón? ¿Una actuación destacada? Lo había olvidado realmente. En la guerra de verdad había fracasado.
- Sí - contestó Rezia a la pregunta del eminente médico -, tuvo una actuación muy destacada y fue ascendido.
- Y, en su oficina, la opinión de sus superiores es inmejorable... - murmuró Sir William, lanzando una ojeada a la prodigalidad en los elogios de la carta del señor Brewer -, ¿de manera que no tiene usted ningún problema, ninguna preocupación económica, nada?
Había cometido un delito espantoso y había sido condenado a muerte por la naturaleza humana.
- He..., he... -empezó Septimus - cometido un delito...
- No ha hecho nada malo, nada en absoluto - Rezia le aseguró al médico. Si el señor Smith tenía la amabilidad de esperar, dijo Sir William, hablaría unos instantes con la señora Smith en la habitación contigua. Su marido estaba muy enfermo, le dijo Sir William a Rezia. ¿Habíia amenazado con quitarse la vida?
Sí que lo había hecho, exclamó ella. Pero no lo decía en serio, explicó. Por supuesto que no. Era sencillamente una cuestión de descansar, dijo Sir William; descansar, descansar y descansar; un largo descanso en cama."

(Virginia Woolf; La señora Dalloway).

Cvalda de vacaciones hipocampales, millonaria de tiempo.

Cvalda escupe sus paranoias a las 7:36 PM | ¿Conjeturas al respecto?(2)